Moby Dick es uno de mis libros favoritos e intuía que en esta época de remakes, versiones y reboots (palabras todas ellas con un mismo significado: Falta de ideas) una nueva versión llegaría a las pantallas.
Si tenemos en cuenta que la gran mayoría de nuevas versiones, nunca llegan a igualar a las originales; si no nos olvidamos que hoy prima el espectáculo frente al mensaje, y de que los efectos especiales llaman más que una buena actuación, tal vez, en este caso, la decepción sea menor.
Para empezar, esta es "la historia que inspiró Moby Dick", por lo que olvidaos de ver al novelesco Starbuck o al impactante Queequeg del libro. Aquí todo está pintado con tonos realistas y sobrios que acompañan a la que fue una historia real, la del hundimiento del ballenero Essex, con sus propios marineros y motivaciones.
Aquí puedo encontrar la primera falta, y es que al no haber leído con anterioridad nada sobre ellos, echo
de menos algo más de profundidad en sus historias. Pasan por delante y se van esperando haber calado en nosotros, cosa que ninguno logra. Independientemente de sus actuaciones (todos están bastante correctos) son papeles muy pequeños en cuanto a raíces y desenlaces. Una escala a la par con todo el ritmo de la película, sobria y con empaque, pero algo vacía y rauda.
El director, Ron Howard, va a lo que va. No voy a poner en duda sus virtudes artísticas, que las tiene, pero aquí da la impresión de estar en piloto automático y rodar solo usando sus conocimientos básicos de entretenimiento y espectáculo (al ser un tipo tan rodado, es más que suficiente) ofreciendo un film para no pensar. Bonito y de fácil digestión para todo el mundo, aunque no muy difícil de olvidar.
Si al menos sus decorados y fondos cgi fueran más correctos, muy limitados o incluso rozando el suspenso. (Esas escenas antes de partir, despidiéndose de la parienta...ufff)
Si al menos cogiéramos cariño a alguno de los protagonistas (Cillian Murphy apuntaba maneras con su Joy, pero se queda en uno más...)
Si hubiesen sacado más partido a las Islas Canarias, donde se rodaron algunas escenas (desaprovechadas, como todo a nivel artístico...)
Una película que a pesar de todo lo dicho, se deja ver, acompañado de una buena cena y ninguna prisa. Hay remakes mucho peores, vamos.

Lo mejor:
-Por primera vez, intuimos rasgos de buen actor en Chris Hemsworth, que aquí parece encajar bien en su papel sin superpoderes.
-Fuera de la trama principal, algunas escenas de la caza de ballenas. Instructivas y tensas.
-A pesar de su sosería general, entra bien por los ojos y los oídos. La música la compone
el español Roque Baños.

Lo peor:
-Todo ocurre tan rápido, que da la sensación de ser una versión reducida de algo más grande.
-Imposible igualar al Ahab de Gregory Peck de la versión de 1956 (recomendada), pero el capitán que nos regala Benjamin Walker, no me lo creí en ningún momento.
-Saber que actúa Jordi Mollá y perdértelo por pestañear durante su aparición fugaz.

Un 6. Y ahora a esperar al siguiente intento de Hollywood de colarnos una historia ya contada, pero de manera más perezosa. Buen día a todos!