Es ésta una historia de adolescentes, pero no es la típica película adolescente, al menos no en el sentido que se le da muchas veces. Sí que contiene muchos de los elementos típicos de este género, pero es "diferente". Es una película seria, profunda, un film para pensar y que da pie a debatir muchas cosas, con un saber hacer de su directora francamente notable.
Saoirse Ronan interpreta a una chica con todos los asuntos que pueblan la juventud: discusiones con la madre y el hermano, rebeldía, cambio de ciudad, de ambiente, de colegio, inseguridades, primeros amores, amistades, ambiciones, deseos de ser popular....Ella evidentemente no es perfecta, ni mucho menos, es injusta, a veces. No ve o no puede ver las cosas desde la perspectiva de su madre, pero nos gusta su autenticidad, sus ganas de ser mejor, de buscar un futuro en una ciudad más prometedora que Sacramento. Tiene derecho a soñar y sueña. Se esfuerza por llegar a estudiar en Nueva York y cumplir sus ansias de ser libre. Nos identificamos con ella, porque aunque no es perfecta, es muy humana, y reconocemos en ella muchas de las cosas o situaciones por las que pasamos a su edad, y eso nos conmueve.
Una cinta sobre la juventud desde un punto de vista no idealizado, sino bastante ajustado a la realidad, que denota una buena comprensión de la problemática adolescente y que no toma partido por nadie en particular, simplemente cuenta.