Desde siempre, Steven Spielberg ha sido un director que se ha movido bien entre las aguas del cine comercial (Tiburón, Parque Jurásico, Indiana Jones, etc) y el cine llamémoslo más serio, pero aún así con cifras sólidas en taquilla (La lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan, Munich y ahora llega Lincoln). La nueva película de Spielberg demuestra lo de siempre: el gran equipo con el que trabaja el director, incluido él mismo. El retrato que forma Daniel Day-Lewis es sin lugar a dudas el mejor Lincoln de la historia del cine, su método de trabajo (aunque recibe críticas por parte de ciertos círculos), es asombroso y fomenta que este actor británico, pero nacionalizado irlandes, haga de cada actuación una obra maestra, por lo que es sin duda alguna uno de los mejores intérpretes del planeta. El resto de actores brillan alrededor de Day-Lewis, especialmente James Spader, Hal Holbrook, Tommy Lee Jones y David Strathrain. Sally Field, por desgracia, parece fuera de lugar.
Los aspectos técnicos son de primer nivel: vestuario, fotografía, dirección artística, etc.
Recomiendo esta película a todos los amantes de la historia que esperen concocer al verdadero Lincoln,un hombre fuerte, que siempre va un paso por delante y al que no se le puedo intimidar, engañar o manipular, porqué él fué el presidente que mantuvo unida la Unión, un hombre impresionante que vivió momentos excepcionales y muy duros, pero que demostró con valentia, entereza y rectitud estar a la altura de las circunstancias, sin lugar a dudas, él fué el mayor personaje del siglo XIX en EE.UU.