El principal problema de (Des)encanto es que va a ser complicado no compararla con los Simpsons o con Futurama, y quizás por ello tengamos unas expectativas que hagan que la nueva serie nos decepcione. Pero hay que pensar que ver la serie bajo esa premisa es un error, ya que el tener unas ideas comparativas ya declaradas lastra por completo la nueva.

(Des)encanto es una serie fresca que goza de la ironía y la incorrección a la que Matt Groening nos tiene acostumbrados. Además, diría que la serie es un pelín más adulta de lo que Groening nos tiene acostumbrado, lo que hará que nos estemos fijando muchísimo en las imágenes que suceden en segundo plano ya que Groening ha metido algunos contenidos menos infantiles en ellas.

De momento hay 10 episodios, que se quedan cortos y hacen que esperemos más para saber si la serie se convertirá en un nuevo clásico de la animación, pero tiene tintes para poder serlo si se desarrolla. Quizás la trama vaya un poco lenta, pero hay que tener en cuenta que son los primeros episodios y yo confiaría en que los errores se corrijan en posteriores episodios.

La ambientación medieval fantástica está creada con esmero y está muy lograda (la ciudad, las calles, el Palacio y la catedral están llenas de detalles que demuestran que no se han limitado a crear un mero decorado). Merece la pena ir fijándose en lo que ocurre en segundo plano ya que la serie está llena de guiños que te harán sonreír algunas veces o te dejarán pensativo en otras.

Los personajes están logrados, tanto los principales como los magníficos secundarios (marca de la casa), y aunque pudieran en algún momento ser demasiado arquetípicos hay que darse cuenta de que estamos hablando de un mundo de Fantasía Medieval y en estos mundos todos esperamos ver ciertos tipos de personajes.

Conclusión: la serie tiene un potencial tremendo y merece la pena verla. Si bien es algo plana y lenta, merecería la pena ver más temporadas para ver como se va desarrollando.