Antes de verla pensaba que era un dramón de los de caja de pañuelos, sólo porque el título me sonaba a despedida, pero he descubierto una película con puntazos cómicos que no decepciona para pasar un buen rato. Hay risas, una historia de amor, un buen guión, un reparto magnético, y algún que otro paisaje encantador, y todo ello aderezado con la posibilidad de soltar alguna lagrimilla si se tiene un día sensible. No está nada mal, deja un buen sabor de boca.