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España España · Oviedo
Voto de Gould:
8
Drama Film inspirado en la novela homónima de Georges Bernanos. Un joven sacerdote llega a una pequeña localidad del norte de Francia, donde se hace cargo de su primera parroquia. A pesar de que desarrolla sus labores sacerdotales con diligencia y humildad, es ignorado e incluso rechazado por sus feligreses. Convencido de que ha fracasado como pastor de almas, sufre una profunda crisis de fe. En tales circunstancias, tendrá que afrontar, ... [+]
28 de agosto de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela de Georges Bernanos de igual título, publicada en 1936, Bresson da con su tercer largometraje un paso más a la búsqueda de un estilo cinematográfico propio, original y diferente, despojado y esencial.

Un joven cura novato, dubitativo, enfermizo, atormentado y unamuniano llega a la parroquia de Ambricourt, donde es acogido con hostilidad. Con tono pausado va desgranando sus pensamientos, a través de la lectura y escritura de su diario, y al que la falta de éxito entre sus fieles, le hace perder la fe y la confianza hasta el punto de ceder, aceptar su destino y dejar de luchar.

La película, cuyo guion y adaptación realiza el propio Bresson, cuenta con la excelente fotografía de Léonce-Henri Burel y las dramáticas ilustraciones musicales de Jean Jacques Grünewald, y relata con serena desesperación los avatares, disgustos y decepciones de este cura, “los modestos e insignificantes secretos de una vida sin misterio” en su ineludible camino hacia el infierno interior.

“Sé que desear rezar es como rezar”

La interpretación de Claude Layry -quién repetiría un papel análogo de cura, algo menos atormentado, con Rafael Gil dos años después en la también muy notable “La guerra de Dios”- resulta prodigiosa, para dar vida a esta alma dolorida y atormentada, cicerone de su propia angustia.

“Comprendí que para calmarme bastaba con callar”

Rodada con la habitual pureza y cualidad hipnótico-morfeica de Bresson es, sin embargo, de esa suerte de destilado anti-emotivo, hierático y distante, del que surge el enorme atractivo de su cine. Al fin y al cabo, Bresson es, como Ozu u Olmi, un poeta y no sé quién dijo que sólo los poetas tienen oídos para el canto del pájaro solitario.

En el fondo, la película es muy sencilla: un drama religioso sobre la gracia

“¿Qué es la fe? Todo es gracia”
Gould
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