Si Adam Driver no fuese parte de esta producción, pasaríamos de largo. Es la peor película que vi en el año. Una de esas cintas en las que el actor tendría vergüenza de presentarse a su Avant Premiere.

La trama carece de originalidad y profundidad. Los giros argumentales predecibles y el desarrollo superficial de los personajes contribuyeron a que la historia no lograra atrapar la atención de manera significativa. Además, el diálogo utilizado en la película fue insulso y no logró transmitir la emoción ni la intensidad que uno esperaría.

Debo admitir que la participación de Adam Driver fue uno de los pocos aspectos destacables de la película. Su talento actoral es innegable y su interpretación fue sólida, a pesar de las limitaciones del guion que podría haber sido escrito tranquilamente por un niño de 10 años. Si no fuera por su presencia en el elenco, probablemente habría pasado por alto esta película por completo.

No cumplió con las expectativas generadas y no la recomendaría a otros espectadores porque es pérdida de tiempo y el tiempo vale oro.