A partir de ahora voy a poner a los adjetivos "aclamada" y "antibélica" bajo sospecha. Que esto tenga un 7,3 es, cuanto menos, inquietante.
Luego echamos pestes del cine de acción Hollywoodiense. Al menos, ellos son honestos y reconocen que crean películas pensando en la taquilla, en el espectáculo. Aquí no, en Europa nos pajeamos con cualquier experimento del tres al cuarto, especialmente si viene de algún país con una cinematografía bisoña. Y no sólo hacemos la vista gorda aunque falte talento, sino que además lo defendemos frente al gigante.
¿Demagogia? Sí, al igual que hace el directorcillo este, que es tan chapuzas que termina equiparando al ejército peruano con el grupo terrorista Sendero Luminoso.
El retrato de los militares es una colección de tópicos chorras: el sargento buenazo pero sin carácter, el soldado hijo de puta, el soldado hijo de otro militar destacado, el teniente chusquero al que las normas se la soplan, la población borrega y sin iniciativa...
De juzgado de guardia la escena en el barranco, imitación cutre del cine estadounidense que pone de muy mala hostia.
Por no hablar del final, otro calco descarado de una de las más famosas escenas de "El cazador", aunque evidentemente no le llega ni a la suela.
La jungla de cristal es una fantasmada pero no tiene pretensiones de "cine denuncia". Sr. Lombardi, váyase a vender motos a un concesionario.