El maestro creador de "Humor amarillo" dibuja de forma seria un cuento de samurais mientras se ríe de ello.

Nos planta una estética seria del Japón feudal y la mitología samurai mientras va colando cosas absurdas.
Un samurai rubio platino, un travesti con un drama pero que en realidad no es tanto, un ronin con muchos aires al que le pasa lo que no espera e incluso un baile tipo "Mayumaná".

Una propuesta original que puede resultar rara y desconcertante narrada al más puro estilo "Pulp Fiction".

Si uno, como mi caso, no se lo toma en serio el tema samurai le parecerá una buena película. La persona que busque algo con olor a Kurosawa y demás terminará por dar cabezazos a la pantalla.