Tras ver las cuatro primeras entregas se ve claramente como va a menos y sinceramente me deja sin ganas de ver la quinta parte de este personaje.
La segunda tiene un pase pero tercera y cuarta se basan en los cameos. En la cuarta era Paquirrín y en la quinta Jesulín. Con esto ya se define a donde se dirige. Pero esta primera es harina de otro costal.

Un humor gamberro, sucio y a momentos incómodo nos lleva de patrulla con un personaje tan casposo como carismático.
Segura se acompaña de Cámara, Asensi, Lampreave y un gran Leblanc para contar una historia tan absurda como entretenida. Y en esta película los cameos son eso, cameos que adornan la película en vez de llevar las riendas.

Uno de esos placeres que cuesta reconocer pero que merece la pena pese a ir a menos en las siguientes entregas.