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Voto de Jackie Daytona:
9
1 de noviembre de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras largos años luchando a las órdenes de Ricardo Corazón de León, un envejecido Robin Hood regresa a los bosques de Sherwood.
Han trascurrido décadas y nada parece haber cambiado: los poderosos continúan abusando de su posición mientras los pobres malviven en pésimas condiciones. Robin, hastiado de tanta guerra y destrucción, se reencuentra con su amada Marian y siente renacer el espíritu de su juventud. Aunque las fuerzas le flaqueen su alma sigue incólume, todavía preparado para presentar batalla, aún dispuesto a enfrentarse al malvado Sheriff de Nottingham.
Richard Lester nos regaló esta conmovedora película de aventuras crepuscular en la que personajes legendarios ganaban un nuevo aliento. Hay emoción auténtica, una mirada nostálgica que trasciende, una vuelta realista al mito que embriaga desde el primer instante y culmina en un final milagroso, perfecto, donde resuenan las palabras de Marian con una de las declaraciones de amor más hermosas que se hayan escuchado. Un espectáculo brillante redondeado por las excelentes interpretaciones de unos actores que rezuman verdad.
Con la reciente muerte de Sean Connery desaparece uno de los rostros más carismáticos de la historia del cine. Más allá de James Bond, para mí fue ese tipo de edad indeterminada, entre los cuarenta y los sesenta, capaz con su sola presencia de aumentar exponencialmente el interés de cualquier obra. Bastaba su voz, su mirada, esa forma de moverse, un leve arqueamiento de ceja, para que todo a su alrededor adquiriera otra dimensión. Cualquier línea de diálogo dicha por él cobraba vida. Y daba igual que hiciera de granuja, policía, ladrón, soldado, general, aventurero, abogado, escritor, monje, espía, rey o incluso padre de Indiana Jones, verle siempre mereció la pena.
Han trascurrido décadas y nada parece haber cambiado: los poderosos continúan abusando de su posición mientras los pobres malviven en pésimas condiciones. Robin, hastiado de tanta guerra y destrucción, se reencuentra con su amada Marian y siente renacer el espíritu de su juventud. Aunque las fuerzas le flaqueen su alma sigue incólume, todavía preparado para presentar batalla, aún dispuesto a enfrentarse al malvado Sheriff de Nottingham.
Richard Lester nos regaló esta conmovedora película de aventuras crepuscular en la que personajes legendarios ganaban un nuevo aliento. Hay emoción auténtica, una mirada nostálgica que trasciende, una vuelta realista al mito que embriaga desde el primer instante y culmina en un final milagroso, perfecto, donde resuenan las palabras de Marian con una de las declaraciones de amor más hermosas que se hayan escuchado. Un espectáculo brillante redondeado por las excelentes interpretaciones de unos actores que rezuman verdad.
Con la reciente muerte de Sean Connery desaparece uno de los rostros más carismáticos de la historia del cine. Más allá de James Bond, para mí fue ese tipo de edad indeterminada, entre los cuarenta y los sesenta, capaz con su sola presencia de aumentar exponencialmente el interés de cualquier obra. Bastaba su voz, su mirada, esa forma de moverse, un leve arqueamiento de ceja, para que todo a su alrededor adquiriera otra dimensión. Cualquier línea de diálogo dicha por él cobraba vida. Y daba igual que hiciera de granuja, policía, ladrón, soldado, general, aventurero, abogado, escritor, monje, espía, rey o incluso padre de Indiana Jones, verle siempre mereció la pena.