La historia no es nueva: viejo profesor estirado conoce a chica joven, bonita y liberal. Se nos narra el proceso de atracción y seducción y más tarde el viaje de degradación emprendido por el noble anciano bajo el influjo de esta mujer, que le humilla hasta destruirlo psicológicamente. Una de las cosas que más me ha gustado son los distintos tipos de interpretación de los actores, que ayudan a mostrar los contrastes entre los personajes. El protagonista proviene del cine mudo y puebla su actuación de muecas y gestos exagerados frente a la naturalidad de la Dietrich en uno de sus grandes papeles. Los primeros minutos de la película se hacen realmente aburridos, sobran. No es hasta llegar al "Ángel Azul" cuando la acción da comienzo.

A diferencia de la mayoría, no he sentido tristeza al contemplar las sucesivas desgracias a las que hace frente el profesor. Al contrario, creo que hasta su enamoramiento había llevado una vida insípida, tediosa, creo que cuando ve la oportunidad de perderse accede a ello a sabiendas del maltrato con el que le obsequiará su amada, consciente de que ella no le quiere. La decencia, la sabiduría, la respetabilidad, los principios y valores... todo eso está muy bien, pero las piernas de Marlene Dietrich están mucho mejor.

La película escandalizó en su época, y lo cierto es que aún a día de hoy es fácil entender por qué. La película ayudó a convertir a la Dietrich en estrella; también entendemos por qué.