Haz click aquí para copiar la URL
Voto de La mirada de Ulises:
6
Drama. Comedia Antonio (Javier Cámara) es un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966. Cuando se entera de que su ídolo John Lennon está en Almería rodando una película, decide ir a conocerlo. Durante el viaje, recoge a Juanjo (Francesc Colomer), un chico de 16 años que se ha fugado de casa, y a Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 que parece que también está escapando de algo. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
En " Vivir es fácil con los ojos cerrados", David Trueba pone en ruta a tres individuos arrojados a la soledad y a la vida que se les presenta por delante. Antonio, profesor de inglés, conduce el coche y su objetivo es ver a John Lennon durante el rodaje de una película en Almería; en la carretera recoge a Belén, joven embarazada que huye de un mundo de apariencias donde quieren decidir por ella, y a Juanjo, un chico que se ha ido de casa porque quiere sentirse libre. Su viaje al sur será ante todo un recorrido emocional en el que, además de encontrarse a sí mismos y entender el sentido agridulce de la vida, se harán amigos para siempre. Es 1966 y aún se respiran aires de tradición y autoritarismo, mientras el turismo es la ventana de España al mundo porque hay quien se encarga de "encender cada mañana el sol".

Trueba comienza su película con trazos tópicos y situaciones estereotipadas de la España tardo-franquista, tanto en el ámbito escolar como familiar... que nos acercan a las crónicas de un pueblo o de una familia "cuéntame". No faltan las bofetadas "educativas" ni las soluciones de emergencia para salvar el honor, como tampoco las negativas referencias religiosas y militares para un entorno castizo y casi folclórico que trata de abrirse al idioma de los Beatles. Son los momentos más trillados y sin personalidad de la cinta, que solo el trabajo interpretativo de Javier Cámara consigue dar color hasta que comienzan a tejerse las relaciones entre los centauros del desierto y a sacar lo mejor de cada uno. Entonces hay ternura, humanidad y atractivo en unos personajes a los que une un ansia de libertad... que Trueba traiciona con alguna nueva proclama más política e ideológica que humana. Buenos trabajos también de Ramón Fontseré y de los jóvenes Francesc Colomer y Natalia de Molina... que hablan también del buen trabajo de Trueba en la dirección de actores.

La película es simpática y entrañable y no hace sangre sobre situaciones de abuso o prepotencia, y la mirada positiva de Antonio se transmite al resto de personajes hasta llegar al espectador. El guión y la cámara se centra en sus sueños amenazados y no en quienes se encargan de aniquilarlos... lo que es de agradecer. Solo unas pinceladas para desprestigiar al estado clerical o al paternalismo autoritario, para denunciar el machismo y la violencia... para enseguida mirar al mar o al cielo azul y tratar de seguir creyendo que uno no está solo, que hay que pedir ayuda -help!- y salir del aislamiento-soledad, que cada cual tiene sus talentos y sus aspiraciones legítimas... Son mensajes político-sociales y personales para sacudirse el miedo y reflejar una melancolía -quizá más que nostalgia- de un tiempo en que aún se soñaba con ideales y se creía que "vivir es fácil... con los ojos cerrados" pero también que había que abrirlos para vivir mejor y no perder la dignidad.
La mirada de Ulises
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow