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Voto de Néstor Juez:
7
5,8
16.232
Thriller. Drama
Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
13 de octubre de 2017
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las 16:30 continuamos con las perlas, esta vez en el Principal: fue el turno de En realidad, nunca estuviste aquí, thriller dirigido por Lynne Ramsay , recientemente condecorado con los galardones a mejor guión y mejor actor para Joaquin Phoenix en el último Cannes. Joe, barbudo, fuerte y grande señor (Joaquin Phoenix, estelar), es un sicario que vive con su madre, devenido en un tímido tarado que aqueja traumas de infancia de violaciones maternales. A encargo, se toma la justicia por su mano rescatando a mujeres secuestradas o víctimas de abusos sexuales, encarando los encargos con una inusitada fuerza sanguinaria, a golpe de martillo. Un día se le contratará para rescatar a la niña secuestrada de un político, desencadenando una espiral de ultraviolencia fuera de control.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una película de manierismo exacerbado y radical, de estilo sobre contenido, en una excusa para que Ramsay se exhibe como una artista absoluta de la dirección cinematográfica. Pues el argumento, presentado como una maraña enredada de incógnitas y escenas de distintos momentos temporales que dejan dilucidar el contenido mediante lenguaje audiovisual, no es gran cosa, pero su puesta en escena es sensacional. La composición de cada encuadre tiene un fin, y el diseño sonoro y construcción de atmósferas es de seductor y medido hechizo, en una película hostil pero muy grata de visionar, con un tono de expectativa constante y tensión y reflexión aún desde el silencio, o en parajes vacíos ambientados con música de radio que no se limita a ser decorado. Su personaje principal, oso humano hosco y bruto, pero frágil a nivel psicológico emocional, llena por sí sólo la ausencia de comparsa a la altura. Desde esta ventana recomiendo, con precaución, una película con escasa sustancia pero muchísimo arte, que desde el cutrerío y la brutalidad menos adulterada consigue resultar elegante.