Acto seguido, la película más esperada, aquella que debía subir el nivel: la animada Mirai, mi hermana pequeña/Mirai no mirai, nueva película del maestro Mamoru Hosoda que se estrenó en la Quincena de Realizadores de Cannes y también estuvo en Annecy, Perlas de San Sebastián, Miniminci de Valladolid…y galardonada en este mismo festival con el premio a Mejor Guión y el Premio del público. El niño Shunkan está envidioso y frustrado, pues su hermana Mirai acaba de nacer y acapara toda la atención y favores tanto de sus padres como de su perro. Pero su relación con ella y percepción familiar cambiará cuando entable amistad con la Mirai del futuro, y cuando a través de su jardín mágico realice inesperados viajes en el tiempo para conocer en épocas variadas a los parientes de su familia. Una emotiva película de animación, de las mejores de su autor. Un viaje mágico para todas las edades, un relato familiar de carga dramática desde los márgenes del fantástico. Trata temas peliagudos desde una perspectiva optimista, sin caer en los excesos melodramáticos propios de Hosoda. La animación es excelente, y la frescura y libertad por la que transitamos por escenarios oníricos da al filme una vistosidad y exuberancia formal que no tendrían la misma fuerza de atarse más a la literalidad o al verismo. Filme que roza constantemente con ser cursi, y presenta instantes humorísticos un tanto forzados para gusto del público infantil. Un filme estupendo, de lejos lo mejor visto en la semana de Nocturna.