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Voto de Néstor Juez:
8
Drama En 1948, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuatro jueces, cómplices de la política nazi de esterilización y limpieza étnica, van a ser juzgados en Nuremberg. Sobre Dan Haywood (Spencer Tracy), un juez norteamericano retirado, recae la importante responsabilidad de presidir este juicio contra los crímenes de guerra nazis. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2018
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El productor Stanley Kramer dirigió en 1961 la adaptación al Cine de un acontecimiento real de gran relevancia: los juicios de Nuremberg de 1946 y 47, donde la potencia conquistadora condenó a muchos criminales nazis. La cinta de Kramer, de 168 excesivos minutos de metraje, se centra mayoritariamente en el juicio a tres científicos alemanes, apenas acompañándola con escenas exteriores realizadas con la única función de diseccionar mejor a los personajes.

Esta es una película de personajes, y estos son representados con acierto gracias a la labor de un espectacular reparto, dentro del cual cabría destacar al culpable doctor Jannings de Burt Lancaster y las breves pero intensas aportaciones de Montgomery Clift y, sobre todo, Judy Garland. La factura técnica es encomiable, dotando a la película de interesantes encuadres, travellings y zooms de cámara, utilizando un peculiar recurso de montaje conocido como “el pibote”, mediante la cual se conectan secuencias utilizando la misma palabra para cerrar una secuencia y abrir la siguiente.

La película plantea profundos dilemas morales, y en determinados momentos el drama humano es demoledor. Sin embargo la cinta presenta una lacra que le resta realidad, importante detalle si tenemos en cuenta la trama: la edulcorización final, así como el enfoque americano cargado de moralina (“qué justos somos”). Pero esto no es óbice para que “Vencedores o vencidos”, o “El juicio de Nuremberg”, como realmente se llama, sea una interesante película muy recomendable, de valioso visionado para interesados en la Segunda Guerra Mundial, pudiendo entenderse como una secuela de “El triunfo de la voluntad”.
Néstor Juez
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