Hay un lugar común para todos aquellos que perdieron la fé en la música mainstream, la música que no elegimos y no es otro que el revival de la música ochentera, el retrowave, el synthwave o sencillamente la música que se popularizó con las peliculas y los videojuegoas allá por los ochenta y primeros noventa. Una vez los pioneros en los setenta enseñaron todo lo que se podía hacer con los sintes. Alguien tenía que sacarles partido y no eran otros que los que no tenían presupuesto para grandes producciones. John Carpenter el primero e hilo conductor del documental y otros muchos como Jan Hammer componiendo para bandas sonoras de videopjuegos y pelis sin mucho fuste pero con una música que te metía de lleno y totalmente a base de sintetizadores.
El documental es español, alucino, como nos hemos adelantado a los medios que todavía estan digeriendo toda esta corriente que es transversal a todo tipo de culturas, ya vengas del Heavy, el punk el disco o la electronica en general.
Aglutina a gente muy variopinta que asqueada de todo lo que rodea al negocio, compone con su ordenador y luego lo comparte en redes o lo sube a plataformas. Incluso algunos se aferran al anónimato, otros empiezan a convertirse en estrellas de un universo creado y gestionado por ellos.
Desde los primeros años de este siglo comenzaron a surgir aqui y allá y con el éxito de internet fue relativamente fácil confluir en un movimiento sin cabeza visible, pero con una imagen muy de neón, la de aquellos ochenta con coches DeLorean y sintetizadores de melodias fáciles y pegadizas.
Una gozada total y absoluta, por que sino te engancha la música te engancharán las imágenes.