Ya sí eres rarito, vienes del Vietnam, vas a cines porno para pasar el rato, no puedes dormir y además eres anti-social: qué mejor idea que cogerte trabajo como taxista la mayor parte del tiempo en jornada nocturna y por el Bronx. Pasan los días y no ves más que miseria. Un asco. Pués si se junta todo eso puede pasarte que termines trastornado, enfermo. De por medio, encima, una propagandista pija de la cual te has enamorado te da largas. Ya hasta ni con la taquillera del cine porno que te amenza con avisar al de seguridad. La solución es limpiar el sucio mundo donde vives de toda la escoria que está repleto. Te conviertes en un Cowboy que se toma la justicia por su cuenta.
Al asunto, un espectacular Robert De Niro en el papel de su vida. Esas improvisaciones ante el espejo, la mano sobre el fogón de la cocina, las flexiones en la puerta de la habitación... El diálogo con Keitel, casi al final del film, se nota que improvisa tanto que se pasa el guión y Keitel aguanta el tipo para no estropear la toma. En fin, madre mía. Y que decir cuando va a comprarse el arsenal de armas, macho, una Magnum 44 entre ellas, un chisme que sirve para cazar elefantes y que es más grande que tú: pero a dónde vas con eso?
A todo lo mencionado destacan aspectos como los compañeros de trabajo de Travis, tan reales y perdedores en la vida, las vistas desde el taxi, haciendo un escaparate de lo más sucio que ha dado los barrios de New York y una joven Jodie Foster que termina siendo la purificación en persona para De Niro.
Ya Scorsese nos va avisando mediante la voz en "off" de Travis y otros detalles de la que se va a liar en ese edificio, que ya lo remarca tomándolo con la camara de arriba a abajo.
Esto no es una película de violencia al estilo Rambo, viene de la mano de Scorsese, por lo que más real no puede ser.
La mejor película del duo Martin-Niro junto a Racing Bull.
No recomendable para gente que se impacte con facilidad.
Resto Spoiler