Situación por la que un individuo (o individua) cierra sus esfínteres a causa de algo que produce tensión.

Eso es lo que hace La soga. Sin duda, Hitchcock es el maestro del suspense y en esta película despliega todas sus malas (que en el fondo son buenas) artes para darnos una película tomada con una cámara fija y dando una lección de cine. Una de esas que solo dan los grandes maestros. Una de esas que consiguen que otros maestros se interesen. La muestra es que Stewart hace uno de sus mejores papeles, y con este actor eso son palabras mayores.

Tensión total durante menos de hora y media. Pero todo el tiempo y cada vez más. Aumentando ese culipretismo con los embelecos del guión. Al fin y al cabo ya sabes lo que pasa, solo hay que esperar a ver quien gana, si el profesor o los alumnos.

Menudo follón solo para demostrar la existencia del crimen perfecto. Pero es un follón colosal. Es una película espléndida en todos los sentidos... pero bueno, es a lo que nos tiene acostumbrados Hitchcock.