Es una boutade decir que Infernal Affairs es mejor que The departed. Ninguna de las dos es una obra maestra, desde luego, pero mientras que la de Scorsese es un buen thriller, lleno de intensidad y con dos o tres secuencias muy poderosas, la original es una ensalada de clichés a la que salvan, por lo pelos, la actuación del siempre grande Tony Leung y, eso lo reconozco, el gran rato de entretenimiento que proporciona. Con lo que no puedo es con esos tres o cuatro flashbacks absolutamente hediondos que aparecen cada vez que alguno de los protagonistas muere. Además que es incoherente: la película no intenta conmover a nadie con la historia de su protagonistas. Al contrario, trata de golpear. Y eso también lo entendió mucho mejor el gran Martin. Señores, es una película de género de acción cien por cien. Es como si al morir el escualo de Tiburón colocasen acto seguido varios fotogramas de la adorable infancia del animal jugando con sus amigos los chanquetes y algún que otro cetáceo en una piscifactoría de Marina D´ors.

Y los primeros 10 minutos también son francamente lamentables. Es como ver un trailer . Uno piensa “que guay debe ser esta peli cuando me la pongan entera”. ¿Me van a negar que no es muy superior ese inicio protagonizado por Nicholson con Gimme Shelter sonando de fondo? Y lo que la gente llama un guión más concentrado en el que no sobra nada, yo lo llamo un guión cutre y precario que, menos mal, Scorsese convirtió en algo con cierto sentido y estructura. El uso de la música también es un poco lamentable. Por favor, es sumamente inferior a The departed. Se mire por donde se mire. Y el mayor despropósito de toda la película en el spoiler.