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Voto de darkthor:
10
7,2
37.935
Drama. Intriga
En 1913, en vísperas de la Gran Guerra (1914-1918), extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. Los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros conforman una historia que reflexiona sobre los orígenes del nazismo en ... [+]
16 de julio de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recién vista la película no queda en la mente del espectador otro sentimiento que no sea el de la angustia y el horror ante lo ocurrido a lo largo del relato. Y es que si has visto el trailer de la película antes, pensarás que se trata de un film de terror sin más, pero lejos de ser así el director austriaco logra aunar multitud de géneros en lo que parece un cóctel peligroso y lo sirve sin compasión entre sus espectadores. Con una maravillosa fotografía en blanco y negro, registra rasgos distintivos del suspense, pero también deja lugar al cine de terror con cierto carácter surrealista envuelto por un drama costumbrista de época.
El amplio desfile de personajes se van presentando a lo largo de la acción, sin llegar a acaparar ninguno algún tipo de protagonismo respecto al otro, salvo el personaje del profesor de la escuela (Christian Friedel) quien a través de una voz en off a modo de flash back va narrando sus recuerdos, compartido con una cámara casi documental que graba hasta lo que éste no pudo llegar a ver (los abusos de una niña por parte de su padre, el asesinato del pájaro del cura, la escena de los niños junto al río...).
La casi ausencia (contando las piezas de piano que coincide con la interpretación instrumental por parte del mismo personaje) de banda sonora dota a la trama de una singular regularidad en cuanto a la intensidad de la trama, sabiendo oportunamente atemorizar al espectador con el solo visionado de las crudas imágenes que se van exponiendo. De forma casi contraria a lo que haría Hitchcock en sus películas (y que así heredarían futuras generaciones de directores), la tensión de la acción no aumenta propiciada por una histriónica pieza de violín sabiamente colocada en el momento propicio (por citar a la archiconocida escena de Psicosis) si no que ese clímax argumental se alcanza mediado por el realismo y brutalidad de las imágenes. Es de esta forma cuando de modo totalmente inesperada por el espectador la cámara sigue el casi rutinario caminar de un joven campesino para al otro lado de la puerta encontrar el cadáver ahorcado de su propio padre, por mencionar un ejemplo.
El amplio desfile de personajes se van presentando a lo largo de la acción, sin llegar a acaparar ninguno algún tipo de protagonismo respecto al otro, salvo el personaje del profesor de la escuela (Christian Friedel) quien a través de una voz en off a modo de flash back va narrando sus recuerdos, compartido con una cámara casi documental que graba hasta lo que éste no pudo llegar a ver (los abusos de una niña por parte de su padre, el asesinato del pájaro del cura, la escena de los niños junto al río...).
La casi ausencia (contando las piezas de piano que coincide con la interpretación instrumental por parte del mismo personaje) de banda sonora dota a la trama de una singular regularidad en cuanto a la intensidad de la trama, sabiendo oportunamente atemorizar al espectador con el solo visionado de las crudas imágenes que se van exponiendo. De forma casi contraria a lo que haría Hitchcock en sus películas (y que así heredarían futuras generaciones de directores), la tensión de la acción no aumenta propiciada por una histriónica pieza de violín sabiamente colocada en el momento propicio (por citar a la archiconocida escena de Psicosis) si no que ese clímax argumental se alcanza mediado por el realismo y brutalidad de las imágenes. Es de esta forma cuando de modo totalmente inesperada por el espectador la cámara sigue el casi rutinario caminar de un joven campesino para al otro lado de la puerta encontrar el cadáver ahorcado de su propio padre, por mencionar un ejemplo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La interpretación lejos de ser artificiosa resulta tan natural y creíble que casi podríamos pensar que se trata de una cámara que va grabando los acontecimientos de los habitantes de un pueblo europeo de principios del siglo XX sin que éstos se den cuenta. Es por éso (a parte de otros detalles) por lo que tanto se distancia esta película de otras que también transcurre la narración en otra época, ya que La cinta blanca además de saber caracterizar visualmente a los habitantes del pueblo y transmitir el frío ambiente en el que se desenvuelve la historia, aporta a los personajes los valores morales, inquietudes y diálogos propios del siglo en el que se encuentran.
La grandeza de La cinta blanca reside en saber transmitir los miedos y angustias de los personajes, y hacer partícipe y no solo espectador al que visiona la película gracias al recurso de montar las escenas casi a tiempo real, sin apenas ningún tipo de elipsis temporal a lo largo de las mismas (sí entre una y otra). A ello es debido la larga duración de la cinta (casi dos horas y media).
La grandeza de La cinta blanca reside en saber transmitir los miedos y angustias de los personajes, y hacer partícipe y no solo espectador al que visiona la película gracias al recurso de montar las escenas casi a tiempo real, sin apenas ningún tipo de elipsis temporal a lo largo de las mismas (sí entre una y otra). A ello es debido la larga duración de la cinta (casi dos horas y media).