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México México · Ciudad de México
Voto de Iván Rincón Espríu:
2
Drama. Thriller Año 2009, en el cuerno de África. En aguas internacionales a 145 millas de la costa de Somalia, el buque carguero “Maersk Alabama”, al mando del capitán de la marina mercante estadounidense Richard Phillips (Tom Hanks), fue abordado y retenido por piratas somalíes, siendo el primer barco norteamericano secuestrado en los últimos doscientos años. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2015
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro piratas somalíes intentan secuestrar un barco de la marina mercante gringa en aguas internacionales y, al fracasar, toman como rehén al capitán durante unas horas en el bote salvavidas del mismo barco.

Para provocar la mayor tensión posible, una cámara al hombro está en constante movimiento y sus tomas son editadas con escenas muy rápidas. Además de la neurosis narrativa, los personajes están histéricos y algunos tienen caras y expresiones de retrasados mentales. En racial contraste con los corpulentos hombres blancos, los piratas son agresivos esqueletos negros y sus actitudes parecen las de unos cocainómanos de cuarto mundo. El capitán, en cambio, es tan ecuánime que atiende las heridas de sus secuestradores y, tras moralizante discusión, uno de ellos insinúa que en "América" no hay piratas porque tampoco hay necesidad, los pescadores se dedican a pescar y no al asalto de barcos buena onda que llevan comida gratuita a pueblos hambrientos.

Al final, llegan los Navy SEALs y ponen orden como siempre, con la precisión quirúrgica de un cirujano, sin daños colaterales (una escena muestra hombres musculosos que, en vez de actuar, posan con arrogancia nauseabunda).

Nominada, entre muchos otros premios, al Óscar en siete categorías, incluida la de mejor película, Capitán Phillips tiene cosas en común con Argo y las dos cintas más recientes de Kathryn Bigelow: aunque muy inferior, este relato deshonesto de un episodio intrascendente habla de Estados Unidos como la policía del mundo que dirime los conflictos violentos con un solo disparo y si acaso hay detenidos los trata con caballerosidad. Como Argo (que reduce la crisis de los rehenes en Irán al mínimo posible), se trata de un rescate exitoso… Tanto Argo y Capitán Phillips como las dos películas recientes de Bigelow (mucho más ambiciosas) son ejemplos de un cine con fines políticos y propagandísticos, pues los gringos son buenos muchachos que hacen justicia y ayudan al necesitado. La intrascendencia en este caso no obsta para tal propósito, y la epidemia mundial de imbecilidad inducida por Joligud hace el resto del trabajo.

Por estar basada en hechos reales, Rotten Tomatoes y Wikipedia la consideran una "película biográfica", tan biográfica que narra nada más unas horas en la vida del protagonista.
Iván Rincón Espríu
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