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México México · Ciudad de México
Voto de Iván Rincón Espríu:
8
Intriga. Drama Marnie (Tippi Hedren), embustera y ladrona compulsiva, se sirve de su trabajo como secretaria para robar. Cuando Mark Rutland (Sean Connery) la contrata, no sólo no abandona sus delictivos hábitos, sino que, además, se comporta de manera absolutamente desquiciada. A pesar de todo, Mark, cediendo a un impulso inexplicable, decide casarse con ella y averiguar las razones de su obsesivo comportamiento. Cuando un terrible accidente lleva a ... [+]
21 de diciembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque técnicamente defectuosa, es lo mejor de Alfred Hitchcock y una película precursora del psicodrama o drama sicológico. Basado en la novela homónima de Winston Graham, el guión lineal de Jay Presson Allen es uno de los más interesantes del género y del cine en general; su complejidad no obsta para que sea lógico y entendible, como complejo es el personaje protagónico por sus patologías sicológicas y sexuales, tan magistralmente interpretado por Nathalie "Tippi" Hedren que resulta convincente y comprensible, inclusive suscita empatía y solidaridad.

Marnie es una mujer muy atractiva, pero cleptómana y entre mitómana y mendaz ("mentirosa compulsiva", se dice), que no tolera el tocamiento de ningún hombre y padece además de pesadillas recurrentes y síndromes postraumáticos: una tormenta con truenos puede causar trastornos emocionales y conductuales; el color rojo, también.

Un Sean Connery muy moreno a los 34 años, con copete auténtico antes de perderlo, despliega su arrollador encanto en la interpretación de un hombre de negocios con suficientes recursos intelectuales para ser a ratos un detective al estilo clásico de Sherlock Holmes o un sicoanalista intuitivo, sensitivo y agudo (además del carisma que lo caracteriza, Connery aprovecha la ocasión para demostrar su capacidad dramática, a diferencia de su papel como James Bond).

Entre la excelencia y la perfección, las actuaciones coinciden con diálogos muy inteligentes, o mutismos tensos…

Con todo, la película es imperfecta porque al director de cámaras le pagaron para sabotearla, desenfocando el objetivo en la primera mitad del metraje, que dura 130 minutos. Además, todo el cine de Hitchcock contiene montajes y todos, además de ser evidentes, están mal hechos: en las escenas dentro de automóviles, por ejemplo, el movimiento del volante nunca coincide con el exterior a través de la ventana. El recurso de la saturación de color (muy del llamado "maestro del suspenso"), en la actualidad, resulta bastante burdo.

Si bien la película es de 1964, me reservo la calificación de "obra maestra", pues el aspecto visual no está a la altura del guión y los actores.

La música para melodrama, valga la redundancia, más que para thriller sicológico, funciona en la medida que también se trata de una historia de amor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Iván Rincón Espríu
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