Oculus es una película llena de tópicos.

Qué más da una casa, una habitación o un espejo?
La cuestión es poner como excusa una estancia y/o objeto encantado para llenar mas de 100 minutos de metraje de paranoyas, cada cual más rebuscada y escalofriante, a su alrededor.
A diferéncia de Habitación 1408, por lo menos éstas aqui vienen cogidas de la mano de la trama, con lo cual en su mayoria no carecen de sentido. Es más, se podría decir que algunas escenas funcionan realmente bien.
Sin embargo, en toda la película uno no se quita la sensación de estar viendo algo que ya has visto, y que sabes como acabará.