Película de historias cruzadas que hace de la rareza y lo surreal su bandera, así que te puede encantar o te puede espantar.

Dichas historias están hilvanadas por un toro de lidia cuyas distintas partes van a parar a manos de los diversos personajes (quizá a veces de un modo forzado o mal explicado)

A mí la verdad me ha atrapado su mezcla de comedia surrealista y drama, así como su sucesión de extrañas coincidencias, a caballo entre España y Francia, con ese trasfondo tan español de los toros: algo así como si mezclásemos a Pedro Almodóvar y a Julio Medem ( y si me apuráis al Iñárritu de Babel), pero sin el genio de ninguno de ellos para crear un universo propio.
Bueno, y no mencioné a Robert Altman por ser una referencia obvia en estas películas de “vidas cruzadas”, pero también está ahí.

No es que la recomiende porque nunca lo hago con las “raras”, pero a mí me ha gustado: a pesar de su ligereza no me parece una película boba, pues habla de temas importantes (la muerte, la incomunicación, la soledad, la culpa…) con inspiradas metáforas y buen montaje. Y además lo que me he reído… porque es un película perra pero optimista.