Esta si es buena mierda. Pura inteligencia emocional y made in Spain. Un producto muy difícil de imitar por cualquier otra nacionalidad que se atreva. Hay que sentirse orgulloso de que se nos haya ocurrido antes a nosotros. El costumbrismo no emociona a todos pero este toca muy de cerca. De hecho, da miedo los puntos en común que puede llegar a tener con nuestras ajetreadas vidas. Sin duda la mejor de las españolas a concurso para los Oscars. Fin