Gigante el trasfondo de un guion lleno de intencionalidad, de pensamiento y arraigo moral, que no moralizante, con secuencias llenas de poso que reinterpretan el posible futuro y es extrapolable, aunque no en lo real, si en su veracidad. Hace pensar, llena de intriga, con ciertos momentos de éxtasis asustadizo, agradará a los seguidores de lo fantástico, lo apocalíptico, del susto fácil y de los que quieran pensar. Una combinación en sus cantidades exactas. Siembra la intriga, reparte el sentimiento, una pizca de esperanza y mucho desasosiego. Unas interpretaciones fabulosas, con una Glenn Close brillante. Una ambientación correcta, con toques coloristas pero sin alardes técnicos que desestructuren la visión veraz. Todo aderezado con una banda sonora impecable y una fotografía nada desdeñable.