De nuevo Hollywood nos toma por tontos e intenta colarnos otra vez lo que ya nos había vendido, pero con menos imaginación si cabe. Encontraremos en esta cinta las mismas carreritas arriba y abajo, un despliegue increíble de medios, pero no se sabe bien para qué. No entiendo como se pueden gastar casi dos horas sin decir nada, ahí sí habría una película, de misterio, y no en las segundas e incluso terceras partes (cuando no sonrojantes remakes) con la que nos tiene acostumbrados el cine “Made in USA”.
Así no me extraña que tuviesen que volver a rodar cuando la película ya estaba en la sala de montaje, ni ellos mismos veían por donde cogerla, aunque la verdad para lo que consiguieron ya se podían haber ahorrado el esfuerzo, y de paso el dineral que se dejaron para volver a rodar, esta vez en Madrid.
Aunque bien visto, ahí está lo más interesante de todo, para los que vivan en Madrid: jugar a reconocer los lugares de su ciudad. En resumen, para esto descargárosla de Internet, y sólo si no queréis pensar durante dos horas ni encontrais mejor plan (que los hay).