... o como dilapidar un buen comienzo. Nunca segundas partes fueron buenas, y Kingsman 2 hace bueno el dicho. Nada que ver ésta con su predecesora, como si no fueran hijas ambas de los mismos padres. Todo lo que en la primera fue sorpresa, frescura y entretenimiento en ésta se vuelve tedio, previsión y aburrimiento, como si este producto endeble y despreocupado hubiese sido concebido solo con el propósito de seguir haciendo caja.