Una historia que parece que el amor sale de entre las rocas, algo poco creíble, ya que la relación nace prácticamente de una violación. Una vez violada, sonríe ella, porque parece que empieza a gustarle. Algo ilógico.

Lógicamente, esta película no quiere ser lógica. Una historia de un hombre rudo que no entiende de cariños y que sólo entiende de satisfacer sus deseos y su trabajo. Ella, que la quieren marcar como enferma mental, que no sirve para casi nada, y que esa simpleza solo le queda, en que es feliz porque ama a alguien, ese alguien que es rudo y violento con ella.

Ganó el Oscar a la mejor película extranjera, que supongo que la sensiblería que hay, con ese final muy sensiblero, hizo que ganase ese premio.

Según he leído, ni tan siquiera interpretaban las frases, ya que la voz la ponían después con los efectos de sonido y la música. Con lo que los actores solo contaban números. Era una práctica común en aquella época en las películas italianas.

Esta película la vi por primera vez el 18 de julio de 2012, y 6 de 21 usuarios les pareció útil la primera crítica que escribí en su día: "No me gusta el neorrealismo. A mí estas película neorrealistas italianas no me acaban de gustar... Parece que esté viendo una parodia mala. Los actores, sobre todo ella, realmente hacen un papelón muy grande, y luego, los lugares de filmación me han gustado mucho. Es por eso que no la he hundido más en la puntuación. Lo dicho: no me ha gustado mucho, por el estilo del cine en el que está basado. Cosa rara que ganase un Oscar a la mejor película extranjera en 1957."

También destaco a Anthony Queen, que estuvo rodando esta película y Atilla a la vez, de ahí su cara de cansancio en algunas tomas.

Le mantengo el 4, porque aun así, sé que Fellini dedicó muchos esfuerzos en esta película, para que resultase perfecta.