Increible que esta película haya visto la luz en la época que era. Quizás Berlanga ha sabido jugar muy bien con la censura y ha criticado a la situación española de esa época sin peligrar por la censura.

Hay tomas magistrales, sobre todo cuando el verdugo parece el condenado y no viceversa. La secuencia final es totalmente magistral.

José Isbert está genial, como siempre lo hemos visto en sus películas y además, sale un elenco de actores conocidos que le dan un toque especial.