Una vez (me acordaré toda la vida) hubo un crítico de cine en un programa de radio que decía que Anthony Quinn era un mal actor: una de dos o ese "crítico" no tiene ni idea de cine o no ha visto películas de Anthoy Quinn.
Porque de verdad Quinn en esta como en otras películas SE SALE por completo, un actor fuera de serie que borda su papel de boxeador en el ocaso de su carrera, con el habla deforme de tantos golpes en las peleas, ese boxeador de buen corazón del que se aprovecha hasta la saciedad su corrupto manager solo para beneficio para el.
Como digo en el título es una gran película, que no me sonaba absolutamente para nada y de casualedad la vi y me encantó, uno de esos films del que no esperas gran cosas y que lo tiene todo: sólido guión, acertado blanco y negro, secundarios de categoría (Mickey Rooney y Julie Harris), una trama bien llevada a cabo, y un protagonista sobresaliente que borda su papel fotagrama a fotograma, que nos lleva a compartir con el sus desdichas y nos hace compadecernos de ese boxeador de buen corazón, muy inocente y del que su sucio mánager se aprovecha de el hasta el habido y por haber de él como pasa en la vida misma.
La verdad es que esto pasó y pasa muchisimo en un deporte como el boxeo y es lamentable, pero bueno tambien pasa en la vida que le vamos a hacer. Y es que por estas cosas esta es una gran película, un gran drama que retrata muy bien las miserias del que un día fue un gran boxeador Mountain Rivera y una película que ahora se encuentra entre las mejores hechas acerca del deporte de los púgiles, gracias todo esto a muchos pero en especial al que un hombre dijo que era un mal actor y nada más lejos de la realidad, ese no es otro que el gran intérprete Anthony Quinn.