Una película para los que tienen una visión bastante pobre de la labor de los sacerdotes, ya que cuenta la vida de un sencillo párroco que recibirá la ayuda de otro más joven, para ayudarle con los apuros económicos que está pasando.
La forma de afrontar los problemas, de tratar a todo el mundo, desde los niños, adultos, tanto creyentes como no, hace que toda la comunidad se vea afectada.
De fondo una música tan divertida como buena, que ayuda a transmitir los valores de la que esta producción está plagada, y prueba de la calidad son los numerosos premios que ganó.
Cuentan incluso que EEUU, un país definido como protestante, se hizo eco de la palabra, y protestó en forma de otra visión, en la que el respetable padre O'Maley, católico, era comparado con Cary Grant, en la comedia "La mujer del Obispo", aunque no hizo sombra ni a esta cinta, ni a la posterior secuela, "Las Campanas de Santa María.
Para mí es un clásico que no debe perderse ningún amante del buen cine.