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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Thriller. Drama Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sólida y lección de estilo, calidad, complejidad y agudeza. Además, una cinta fuera del tenor habitual en la que se observa desde el inicio que no está sometida a los límites de la convención; es una película que se nutre del realismo anglosajón, pero que con su talante se aleja de esos esquemas, lo que se desvela en su agrado por ese tipo de metonimia que es la sinécdoque, que hace posible separar a la vez que amplificar pormenores significativos en el yermo escenario moral de la trama, trasladando lo testimonial hacia el terreno de lo alucinatorio, de lo que resulta casi un sueño.

Este el cuarto largometraje de la directora escocesa Lynne Ramsay tiene un gran estilo formal. El guión, de la propia Ramsay, resulta de la adaptación de la breve novela negra You Were Never Really Here (2013) del escritor neoyorquino Jonathan Ames, un viaje de terror al fin de la noche. Ramsay hace un descarte de toda explicación y de todo lo accesorio hasta dejar la historia en un puro esquema, en un esqueleto donde predomina el instinto, la angustia, la violencia y la locura del protagonista.

Quien vea esta película asistirá a una narrativa quebrada con abundantes elipsis convergiendo todo en la mirada vacía del protagonista y en episodios de horror que concluyen en un retrato psicológico que analiza a un excombatiente. Son momentos en los que el delirio asoma y deviene abstracción perceptible y brutal de mente fragmentada y sin consuelo. Esta mirada fraccionada de Ramsay fuerza los límites de lo verbal y en una sola escena puede colocar emoción, vivencia, trauma, recuerdo o culpabilidad.

Una música monocorde y perturbadora de Jonny Greenwood arropa las imágenes de manera más que eficiente y tiene una gran fotografía en tonos ocre-oscuros de Thomas Townend.

El reparto es en esencia un sobresaliente Joaquin Phoenix quien con su enorme testa y sus greñas recogidas en un sucio moño, junto a su barba desaliñada y su actitud de coloso fatigado coloca su rol a mitad de camino entre la caridad y el asesino a sueldo, en breve emblema existencialista.

Revelación en el Festival de Cannes, un shock en toda regla, thriller brutal y una auténtica demostración de fuerza que nos deja tambaleantes.
Kikivall
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