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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Comedia. Drama Trudi es la única que sabe que su marido Rudi está gravemente enfermo de cáncer. Siguiendo el consejo de su médico, deciden hacer un último viaje juntos. Trudi convence a su marido y van a visitar a sus hijos y nietos en Berlín. Sin embargo, éstos están demasiados inmersos en sus propias vidas para ocuparse de ellos. Tras ir al teatro a ver un espectáculo de danza Butoh, Trudi y Rudi deciden marcharse y pasar unos días en un hotel en la ... [+]
27 de febrero de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede servir de elemento aclaratorio conocer que el Butoh consiste en un abanico de técnicas de danza y al arte escénico, originario del Japón de la posguerra (1950), creadas por Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata, quienes conmovidos por los terribles bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, comienzan con la búsqueda de un nuevo cuerpo, el cuerpo de la postguerra.

Para mí esta película es auténtica poesía, un dulce cántico a la muerte, a la amistad, a la belleza, al amor, a la soledad y al duelo por el ser amado. La dirección de Doris Dörrie con guión de la propia Dörrie, basado en experiencias propias como ahora diré, son sensacionales. Una sugerente y hermosa música de Claus Bantzer, junto a una fotografía preciosista de Hanno Lentz y una excelente puesta en escena, redondean el cuadro técnico.

Dörrie en realidad realiza un diario poético con el cual sabe transmitir con naturalidad y ternura el gran desconcierto que produce la soledad, así, venida de buenas a primeras. Al fin y al cabo, estamos ante una obra autobiográfica de la propia directora Doris Dörrie. Hay muchas entrañas visibles en el film. Tanta sensibilidad que pocos pueden digerirla. No es sólo dramática, sino un acto de liberación del dolor acumulado, una lección de aprendizaje interior que cuesta mucho analizar y de la que nos enseña a buscar la esencia de lo que realmente importa.

El reparto es de lujo. Grandes interpretaciones del multipremiado Elmar Wepper y una interpretación sentida y creíble de Hannelore Elsner.

En esta película se puede tocar plenamente con las yemas de los dedos del espíritu, con el tacto de la sensibilidad a flor de piel, los elementos más emocionales, la filosofía, el arte, la belleza, el sentido místico, las relaciones humanas, el silencio, el contraste cultural, la ilusión, la naturaleza, el misterio cósmico, y también algunas importantes lecciones morales en el mejor sentido del término (integridad, honestidad, etc.).

No es tal vez una película comercial, ni siquiera un film que tiene que gustar forzosamente, pero sí es una joya para quien gusta de la poesía, de lo que está más allá de lo material o los efectos especiales. Es una historia de amor, soledad y trascendencia.
Kikivall
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