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España España · Granada
Voto de Kikivall:
5
Drama Cataluña, años 50. Adaptación de la novela homónima de Juan Marsé que muestra dos mundos socialmente antagónicos, el de los suburbios y el de la alta burguesía catalana, que se relacionan a través de dos personajes: Manolo Reyes, el "Pijoaparte", un vulgar ladrón de motos que aspira a salir de la miseria, y Teresa Serrat, una estudiante universitaria de la alta burguesía barcelonesa. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimas tardes con Teresa es la adaptación de la novela homónima de Juan Marsé, donde se narra los amores de Manolo, más conocido como Pijoaparte, típico exponente de las clases bajas marginadas, cuya gran aspiración es conseguir prestigio social, y Teresa, una bella joven rubia, estudiante e hija de una familia de alta clase social.

La película, dirigida con oficio y no mucho más por Gonzalo Herralde, se basa en un guión cortito del propio Herralde junto a Marsé y Ramón de España, inspirado en la novela de Marsé. Tanto la dirección como el guión, narran con excesiva rapidez la historia, sin contar con el cuidado de la novela en la que cada detalle es cuidadosamente tratado y las palabras se escriben con absoluta pulcritud literaria.

En cuanto al reparto, hay actores muy buenos del momento. Así tenemos a una Maribel Martín que hace una buena interpretación, pero que cuando hizo la película ya tendría los treinta, cuando se habría requerido una actriz de 18 ó 20; los actores tampoco están mal, Ángel Alcazar cumple en lo que puede; tenemos a actores de talla como José Bódalo, Juanjo Puigcorbé –desaprovechado-, Alberto Closas -siempre en su sitio-, a la enorme Charo López –igualmente desaprovechada-, Mónica Randall –ídem-, y otros como Patricia Adriani, Cristina Marsillach o Guillermo Montesinos que hacen lo que pueden, incluso más, frente a un guión sin mucho juego.

La película tiene el mérito de haber llevado al cine una obra emblemática de Juan Marsé, para quienes no son lectores o no lo conocen. Para escribir en la pantalla aquella historia que se desarrolla en los años cincuenta, si bien el film lo retrata con más pena que gloria.

Marsé dijo hace unos años de esta novela: “Ha llovido mucho desde aquel año 1965 de la era franquista en que se publicó ‘Últimas tardes con Teresa’, después de batallar contra la Censura. Hoy me parece imposible que entonces lograra sacar adelante esa novela”. Gran verdad, debe ser que alguno de los censores se durmió y le puso el visto bueno: ¡menos mal!

Y con relación a cómo vería hoy al personaje Manolo “Pijoaparte” dice Marsé: “Yo actualmente le veo derrotado por la vida, pero todavía con algo de aquel atractivo personal que le permitió soñar durante un solo verano. Hoy le veo casado y con hijos, con un empleo modesto pero suficiente, algo así como chofer de un conseller de la Generalitat bastante presuntuoso, cuya guapa esposa -aunque esto es un rumor no confirmado- dicen que se sirve del coche y del chófer más de lo conveniente...” Entonces, el que quiera, que la vea, no es una joya, pero ilustra, aunque lo mejor sería leer la novela.
Kikivall
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