Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Comedia. Thriller Un policía irlandés poco ortodoxo se ve forzado a colaborar con un agente del FBI para investigar un asunto internacional relacionado con las drogas. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Voy a comentar una película que me gusta, que me gusta bastante, quiero decir. La vi en el momento de su estreno y luego la he vuelto a visionar un par de veces más, y siempre me provoca una rara mezcla de sentimientos, sobre todo por el personaje principal.

El personaje es una especie de híbrido entre policía y guardia de un pequeño pueblo irlandés, Connemara, aunque en realidad es todo un sargento. Gerry Boyle (Brenda Gleeson) que es un individuo corpulento, de facciones rudas, con una personalidad propensa a la ofensa y a lo políticamente muy incorrecto. Gerry se ve forzado a trabajar con un sofisticado agente norteamericano del FBI, hombre negro de nombre Wendell Everett (Don Cheadle), que anda tras un importante alijo de droga.

La madre de Gerry, a quien éste ama profundamente, está ingresada en una institución en fase terminal; él le lleva una petaca de güisqui y entre trago y trago hablan sobre el fatalismo de los escritores clásicos rusos tipo Dostoievski, decantándose Gerry por Nikolái Gogol.

Se trata de la primera película del director John Michael McDonagh. Me pareció en este estreno ya, un excelente director (luego vendría “Calvary, 2014) y en esta película construye una obra que camina a saltos por la comedia grosera, el thriller peliagudo plan narcotráfico, retazos de “spaghetti western” o la “buddy movie” o película de amigos. Y quizá más, lo que incluye un humor de todos los colores incluido el negro, que no sé si todo el mundo sabe captar, proviniendo de la intemperancia del personaje principal y los adlátere.

McDonagh ha escrito también un magnífico libreto donde describe perfectamente a este personaje particular y heterodoxo: un policía incalificable, excéntrico, de la policía irlandesa rural, con cuyas insólitas costumbres y actitudes uno no sabe bien qué pensar ni por dónde saldrá la cosa. Los diálogos son geniales, a pesar de la abundancia de palabras burdas; la trama es muy interesante y el ritmo de la narración es emocionante, no sobra ni falta nada. La música del grupo norteamericano indie, Calexico, es excelente y es el complemento perfecto para dar ambiente al film. Magnífica también la fotografía Larry Smith que sabe captar los tonos húmedos de una Irlanda siempre misteriosa e interesante.

El reparto es superior con un Brenda Gleeson que borda el papel del sargento chocante y estrafalario; tanto su gestualidad como su imponente físico encajan de pleno con el personaje del sargento Gerry Boyle. No le va a la zaga la importante interpretación de Don Cheadle encarnando al policía de color del FBI Wendell Everett; interpretación medida y sobria con unas miradas que aunque fruto de la exasperación, provocan hilaridad. Los mafiosos, interpretados por unos sembrados Liam Cunningham, David Wilmot y Mark Strog son de auténtica carcajada, aunque eso sí, son malos, muy malos, si bien pueden hablar y discutir sobre Nietzsche, Schopenhauer y Bertrand Russell.

Si bien he dicho y así es, que la película incorpora elementos de diversos géneros, hay una buena dosis de costumbrismo que quiero recalcar aquí. Es un costumbrismo grotesco, a la vez que un canto a la idiosincrasia irlandesa, con sus habitantes cerrados en su lengua gaélica y en su atavismo y su no querer hablar con el extranjero, menos aún si es negro.

No sé si se puede hablar, ya puestos a género, de “comedia crepuscular”; si así fuera, El irlandés es eso. Una cinta que nos expone una manera de actuar, una manera de enfocar la vida (y la muerte), una película que puede parecer añeja y fuera de lugar en un mundo cada vez más apresurado y muy preocupado por lo que es o no conveniente.

Terminaré diciendo que esta película ha sido la cinta independiente más exitosa en Irlanda de todos los tiempos, en términos de taquilla en ese país. A mí me gusta verla siempre que puedo. Me parece interesante, graciosa, surrealista, antropológica, curiosa y con un sargento como nunca se vio en el cine, al menos yo no he visto nunca a un policía tan naturalmente irreverente o iconoclasta como Gerry Boyle.

Bueno ¿y que cómo acaba la película? ¡Ah! Eso es un misterio. Vela y me cuentas.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow