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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama ‘El Cristo’, reputado delincuente juvenil, tiene una deuda con uno de los narcotraficantes más poderosos de su barrio. Bajo los efectos del consumo de sustancias estupefacientes e inmerso en un estado de desesperación, lleva a cabo todo tipo de actos delictivos para conseguir el dinero. Poco a poco, irá cometiendo errores que le harán ganarse muchos enemigos. Paralelamente, muestra las aventuras y desventuras de tres chavales que están ... [+]
19 de marzo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es exactamente un viaje al universo “neo-quinqui”, término que agrada a los responsables de la cinta, pues se declaran admiradores del género. Es una obra que tiene todo el tinte de cine cuasi documental.

El largometraje fue rodado entre los años 2010 y 2016, de forma independiente y colaborativa, por el productor Rubén Ferrández y el director y compositor Carlos Salado, encargado de su realización, del guión, de la fotografía y de la banda sonora. Puede parecer demasiado, pero Salado acomete todas estas tareas y desempeña todas estas funciones con una integridad y un arrojo encomiables. La película es de gran crudeza, pero sin resultar excesiva en sus escenas de sexo ni de violencia.

Esta película empieza cuando dos ex-alumnos del Centro de Estudios de Ciudad de la Luz de Alicante, Carlos Salado y Rubén Ferrández como Jefe de Producción, ambos jóvenes de veinticinco años, se disponen a rodar en barrios de esta capital levantina una historia de ficción, con hombres, mujeres y púberes que arrastran sus miserias y su odio por los barrios de Colonia Requena, San Agustín, Virgen del Remedio o Mil Viviendas. Una película sobre la delincuencia juvenil protagonizada como rezan los cánones del género, por "actores naturales", gentes que viven en carne propia la exclusión a todo nivel.

Es un proyecto de lo que se suele denominar DIY (“Do It Yourself”); o sea: “Hágalo usted mismo”. O más castizamente, como dice la “Letrilla Satírica III” (que forma parte de un conjunto de 25) de Francisco de Quevedo: “Yo me soy el rey Palomo: / yo me lo guiso y yo me lo como”. Efectivamente, sin apenas presupuesto, salvo unos cinco mil euros que salen del bolsillo de los implicados Salado-Ferrández, vuelve el heredero legítimo del cine quinqui. Es una película que emana el genuino amor por el cine, hecho con entrega, pasión e ilusión.

La moraleja de la película es "que quien juega con fuego se quema" y su principal valor, "la autenticidad". "El que quiera saber lo que pasa en la calle, que vea Criando ratas, asegura Salado. Y no le falta razón. Aquí no hay truco ni cartón, la cámara, los personajes reales y lo que ahí sucede.

Con relación a los improvisados actores, el director ha procurado no darles ningún guión o diálogo previo, sino explicarles las escenas para que las interpreten como ellos quieran. Incluso los propios actores han aportado muchas ideas.

Martínez dice que en esta película se atisba con toda nitidez el fracaso más íntimo de una sociedad que se niega a reconocerse como es. Lo contrario a un selfie. Esta peli se acuesta del lado de las víctimas y pelea por tocar siquiera la piel magnética de lo escabroso, lo turbio, lo marginal. Quizá, en su más paradójica crueldad, lo que se ve en esta cinta es lo que hace que seamos lo que somos.

Ferrández declara: “Quizá sea ingenuo por nuestra parte, pero lo que notamos es que la gente está con ganas de que le cuenten lo que ve, lo que pasa. Que no le engañen. Y por eso, la recepción que está teniendo nuestra película”. Y agrega Salado: “nosotros no queremos decirle a la gente lo que tiene que pensar. Nos basta con que, después de ver la película, piense. Queremos que sea el público el que se pronuncie”. Así es este largo, una obra para contar lo que está ocurriendo en una parte de nuestra sociedad, y hacerlo sin moralina, sencillamente viéndola, recibiendo imágenes que a más de uno le parecerán increíbles, pero que forman parte de nuestro entramado social, de esta España que se dice en crisis, ¡y vaya crisis!
Kikivall
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