Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
6
Comedia. Aventuras Michael Dundee es un amigable y rudo cazador de cocodrilos en el salvaje outback australiano que, por su original filosofía de la vida, es considerado como un héroe entre los suyos. Su fama llega a oídos de Sue Charlton, una reportera de Nueva York que decide ir a Australia para visitarle y, una vez allí, le convence para que le acompañe en su viaje de regreso a América. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que resultan simpáticas, más allá de su calidad cuestionable. Esta es una de ellas. Película para todos los públicos, para sonreír y reír, para pasar un rato a gusto y un exponente claro del cine ochentero. Además alude al mito del buen salvaje de Rousseau, a ese paradigma de ser humano que habiendo sido criado en plena naturaleza es, sin educación (escolar) ni sofisticación, una persona afable y buena porque no ha padecido las terribles desigualdades de la sociedad “civilizada”. En este mito que toca a esta película, en el salvaje, se plasman todas las virtudes sociales que son el contrapunto de un ser criado en el denominado mundo avanzado. La sociedad, desde esta visión, pervierte al individuo. Ya sé que puede resultar un tanto ingenua esta ponderación, pero estamos en la ficción que el cine pone frente a nosotros para que disfrutemos de esta idílica e incluso romántica historia del afectuoso ser silvestre.

El director Peter Faiman no creo que pudiera prever el éxito comercial y de público que habría de tener su película. Tomando como eje vertebral un excelente guion de Paul Hogan, Ken Shadie y John Cornell, adaptación de una historia del propio Hogan. Cuentan que Hogan creó el personaje inspirado en un supuesto aventurero llamado Rodney Ansell, quien sobrevivió cincuenta y seis días en un valle luego que su bote fuera atacado por una ballena. Sea como fuere, la trama se desliza por situaciones y derroteros que son, además de agradables y graciosos, una especie de recreación del mito de Tarzán, esta vez un Tarzán australiano acompañado de su Jane, la exuberante y bella periodista. Todo lo cual resulta en una aventura con tintes románticos, que hacen del film de Faiman una especie de icono del cine de los 80's. En la cinta se mezclan dos selvas, la real y la de asfalto. Tiene una buena música de Peter Best y fotografía muy acorde de Russell Boyd.

El reparto es ante todo un Paul Hogan que igualmente –además de guionista- hace un gran trabajo actoral metido de lleno en el rupestre personaje, tanto que la presencia de Hogan y Dundee son ya casi inseparables, habiendo actuado en el mismo papel en otras ocasiones (Cocodrilo Dudee II, 1988; o, Cocodrilo Dundee en Los Angeles, 2001); así que Paul Hogan se presenta al gran público como un particular héroe nacional australiano, tan tosco en sus formas como amable en su fondo. Linda Kozlowski hace de diez su papel de periodista y de mujer sofisticada y también enamorada. Destaca igualmente el actor Reginald VelJohnson como conductor de limusinas y colega de Cocodrilo Dundee.

Aunque parezca mentira, pues no creo que la cinta lo valga, esta película fue muy nominada e incluso premiada en aquel año de 1986 en galas tan importantes como los Oscar: p.e. nominada al Oscar: Mejor guión original. BAFTA: Nominada Mejor actor (Paul Hogan) y guión original, etc. Un poco exagerado.

Cabe esta cinta como reflejo y crítica a la vez de la sociedad americana de los años ochenta y sus precarios valores. El retrato de una sociedad elitista y burguesa, social y económicamente elevada sobre el resto de los mortales, que mira con displicencia y soberbia todo lo que no encaja con su manera de ver la vida; personas adineradas, gente de negocio, individuos casquivanos y frívolos, hipócritas, que mirarán al "hombre selvático" con cinismo y con una condescendencia paternalista. Por supuesto que no estamos ante una película de Costa-Gavras, sino frente a una cinta comercial y ochentera que incluye humor y un final que resulta de extrema candidez.

También es destacable que el aventurero Dundee no se enfrenta a ningún villano y apenas tiene episodios de heroicidad. Si acaso, el conflicto principal pasa por el hecho que se enamora de la periodista, la cual está comprometida con otro hombre. Pero incluso esto es bien recibido por el auditorio, habida cuenta lo odioso que se presenta al novio oficial que viene a ser todo un repipi. Pero el grueso del humor está enfocado en el choque cultural de las tradiciones australianas y la vida moderna de Nueva York, un desopilante Hogan por su inocencia y las reacciones que tenía en un ambiente para él extraño.

Y final feliz dentro y fuera de la película. La pareja protagonista de la aventura se enamoraría realmente en la realidad y unos años después contrajeron matrimonio. De modo que no les fue mal ni económica ni amorosamente. Luego la cosa se torció. Pero esa es ya otra historia.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow