Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Drama. Comedia José (Alfredo Landa), un ejecutivo de origen humilde, ha alcanzado el éxito dentro de la empresa de publicidad para la que trabaja gracias a su talento innato para encontrar la frase exacta. Es el paradigma del hombre que se ha hecho a sí mismo y ha convertido en realidad sus sueños: una esposa (María Casanova) y unos hijos a los que quiere, un chalet en la sierra, un coche... Sin embargo, un fin de semana en el que esperaba disfrutar ... [+]
18 de mayo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
José Luis Garci es un director español de bandera, de lo mejor que tenemos y hemos tenido. A algunos les gustará más y a otros menos, pero Garci es lo que podríamos denominar un “hombre-cine”, alguien que mamó, estudió el cine, que lo entiende hasta la médula y que además lo realiza y lo escribe de maravillas. No en vano el primer gran Oscar de nuestra cinematografía vino de su mano (“Volver a empezar”, 1982).

Pues bien, dicho esto, esta es una cinta de 1979 yo particularmente la considero una de sus mejores obras. Una película, cuyo guión escrito junto a José María González Sinde retrata una época de nuestra historia (la española), cuando el sueño dorado de aquellos postreros setenta en Madrid era tener una parcela en la sierra con un chalet para el disfrute de la familia en su (justo ahora que ciertas casas de campo han salido a la palestra política: nada nuevo bajo el sol).

El protagonista es un currante en toda regla, un publicista ingenioso y de éxito que va en pos de ese sueño del chalet serrano. Lo interpreta con una maestría brutal Alfredo Landa (merece especial mención también María Casanova, actriz fetiche de Jose Luis Garci).

En fin, hete aquí que el hombre empieza a tomar conciencia ya finalizando la cinta y tras 90 minutos de costumbrismo muy a la medida Garci (nuestro director retrata, con la precisión de un sociólogo el núcleo de la familia española de finales de los años ’70); digo, en las postrimerías de la historia, este hombre trabajador incansable descubre que no ha hecho más de deslomarse, soñar y montarse ilusiones y anhelos con una maldita casa (por cierto bastante hortera) que no hace sino traerle todo tipo de inconvenientes, malestar, vacío y sumirlo en un mundo rutinario de obligaciones, alienante, y que ese, digamos ‘triunfo’, pues así se consideraba lo de poseer esa casa, no era más que un artificio, un bulo que le había llevado al hartazgo y al vacío en la vida.

Es, pues, una lúcida deconstrucción de eso que se califica como un ‘triunfo en la vida”. Excelente película que concluye en una buena apuesta por la nostalgia y la emotividad bien entendidas. No hay que perderse el final.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow