Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Cuando Mark Schultz (Channing Tatum), medallista de oro olímpico, es invitado por el rico heredero John du Pont (Steve Carell) a su magnífica mansión para ayudarle a crear un campo de entrenamiento de alto nivel en el que preparar a un equipo para los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, Schultz dice que sí inmediatamente. La razón es que allí espera poder concentrarse en los entrenamientos y evitar así que su hermano Dave (Mark Ruffalo) ... [+]
10 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el film, Mark Schultz (Channing Tatum) es un luchador de élite, medallista de oro olímpico, que es invitado por un rico hombre, John du Pont (Steve Carell), a su mansión, a fin de que le ayude a crear un lugar para entrenar al más alto nivel para preparar un equipo para los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Schultz responde afirmativamente pues ve, entre otras y de manera preferente, poder evitar a su hermano Dave (Mark Ruffalo). Podrá centrarse en sus entrenamientos y dejar de vivir a la sombra de su hermano mayor. Pero las cosas no son como se preveía y los acontecimientos se suceden de manera imprevista.
Hace nueve años Bennett Miller debutó en la dirección de películas con el gran film Truman Capote, 200; luego apenas se prodigó, sólo habría de dirigir Moneyball: rompiendo las reglas, 2011, y la que comento ahora. En esta película que nos ocupa Miller realiza un estudio magistral sobre una mente retorcida que pretende manejar los hilos de la vida de los demás, concretamente de dos luchadores olímpicos. Gran dirección sin discusión de Miller, al que no en vano le fue concedido el Premio a la mejor Dirección en el Festival de Cannes de 2014. Pero no hay que olvidar que el film está conducido por un excepcional guión basado en hechos reales, de Dan Futterman, E. Max Frye y Kristin Gore, que sostienen con un pulso firme y conmovedor la historia. Música de calidad de Rob Simonsen y fotografía esplendorosa de Greig Fraser. Y una maestra propuesta escénica, también de Miller.
Reparto de lujo con Steve Carell en un papel que probablemente dé un giro radical a su carrera en el rol de mecenas perturbado cuyo protagonismo labra a golpe de cheque; la expresión del cuerpo, la ponderada falta de expresión de sus gestos, sus inopinados brotes de ira, el carisma que desprende; evidentemente todo hace pensar al espectador que algo no está bien en su cabeza: un trabajo actoral propio de un maestro; Channing Tatum hace otra interpretación antológica metiéndose de lleno en el papel de un luchador campeón olímpico siempre a la sombra de su hermano mayor, una interpretación que empatiza mucho con el espectador; Mark Ruffalo, un actor todoterreno, es el entrenador de lucha, hermano mayor del protagonista, que realiza otra interpretación magistral; no quiero olvidarme de la madre de millonario du Pontl, una gran Vanessa Redgrave de ojos grandes y atónita ante la locura de su hijo.
Estamos ante un drama psicológico insidioso, que seduce al espectador y le hace seguir al milímetro el film. Lo hace con una narración oscura y soterradamente violenta, muy reconcentrada, que hace prever algún desenlace peligroso, sin que se sepa por dónde saldrá la historia. Siniestra a la vez que triste, la vida de John du Dupont, un monstruo de la riqueza americana, junto al pobre e inocente luchador Channing Tatum, está trazada por Miller a modo de relato gris, inquietante e hipnótico.
Esta película crea desasosiego, y también provoca otras sensaciones emocionales variadas y complejas como el disgusto, el enojo que produce la percepción de injusticias y la prepotencia de un insensato con ínfulas de grandeza, pero con la vulnerabilidad y la problemática de un pobre niño rico solo (aunque adulto) y desamparado. Y es que, justamente a este tipo de personaje perturbado, solitario y rico, le hace falta otro igualmente solo, pero pobre: ¡toda una enfermedad moral!
En resolución, Foxcatcher es un drama dentro de una atmósfera sucia, enrarecida, tensa y extrañamente incómoda, lo cual se expresa en una presión psicológica que acabará en celos, traición y venganza.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow