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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Drama Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) son las directoras de una exclusiva escuela para niñas. Una alumna maliciosa y vengativa, despechada por un castigo que ha recibido, oye por casualidad un comentario y lo utiliza, distorsionándolo, para acusar a sus profesoras de una conducta reprobable. Los escandalosos rumores se extienden velozmente por la comunidad escolar, con repercusiones inmediatas y devastadoras. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de se desarrolla en una pequeña ciudad en la que dos emprendedoras y agradables mujeres: Karen Wright (Hepburn) y Martha (MacLaine), fundan y dirigen una exitosa escuela muy exclusiva para niñas bien.

La película está magistralmente dirigida con toda la tensión y el drama que la historia requiere por un gran William Wyler (1902-1981), director a quien respeto y admiro. El guión de Lillian Hellman es de una enorme calidad, con un excelente adaptación de la obra teatral de Lillian Florence Hellman, The Children's Hour, de 1934. La música de Alex North es excelente y acompaña muy bien el drama; y la fotografía de Franz Planer en blanco y negro roza la perfección.

El reparto es de lujo con una inspirada Audrey Hepburn maravillosa y una Shirley MacLaine que sintoniza y traslada su problemática fuera de la pantalla: dos actrices ejemplares, llenas de vigorosa inteligencia. En el reparto está igualmente un correcto y profesional James Garner; Miriam Hopkins, muy bien; Fay Bainter, una veterana y gran actriz con un Oscar a sus espaldas, que está genial en el rol de abuela confundida por su pérfida nieta.

Esta película, ya en aquellos entonces de 1961, osó abordar con valentía el tema de la homosexualidad femenina, algo en aquellos entonces más tabú aún, si cabe, que la homosexualidad masculina. Y lo hace con gran tacto, pero sin obviar un ápice la carga dramática de los acontecimientos que se suceden con este telón de fondo.

Es un film que sabe trasladar al espectador el perfil de tantas personas que como la despiadada niña de la obra, pueden acabar con la vida y la reputación de los demás. Eso ocurre hoy mucho a través del mero cotilleo, pero también por la telefonía móvil, Internet o los medios de comunicación de todo cuño que se creen en el derecho de decir lo que se les ocurre con total impunidad.

Este film merece la pena que lo veáis. Es toda una lección y, quién sabe, tal vez algún o alguna chismosa, caiga en la cuenta de esa modalidad de “terrorismo” que es la calumnia. Esa especie de crimen con la palabra mordiente y sibilina.
Kikivall
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