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España España · Granada
Voto de Kikivall:
5
Comedia Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo en general y al porno en particular, intenta ejercer algún tipo de control sobre sí mismo. Jon tiende a deshumanizarlo todo: su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y las mujeres. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con el placer que obtiene viendo pornografía en su ordenador. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Gracias a la ... [+]
10 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película ocurre algo anómalo, esto es: Joseph Gordon-Levitt es el director, el guionista y el principal actor: ¡mucho pollo para tan poco arroz! Veamos. La película trata de Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo y al porno en particular sin que se le conozca otra actividad, salvo asistir de forma ritual a la misa los domingos con sus padres, lo cual incluye también una ritual confesión siempre de los mismos pecados de tipo sexual.

Por más que intenta controlar su adicción, ve que no puede, pues incluso las mujeres reales no son para él comparables al placer y la sensación de descarga y libertad que obtiene con el porno y la masturbación, con la ayuda de Internet. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Y a tal fin y a lo largo del film aparecen dos mujeres con cierta capacidad para hacerlo. De un lado, una novia, Barbara (Scarlett Johansson), y de otra parte, una mujer madura, Esther (Julianne Moore). Con ellas, pero sobre todo con la segunda, aprenderá importantes lecciones sobre la vida y el amor.

Pues bien, he visto esta noche el film y no le voy a dar más allá de un cinco “pelado” por parecerme una comedia más o menos entretenida, pero no mucho más, aunque da pie a algunas reflexiones que en estas líneas expongo. Y si le doy un aprobado y no un suspenso es por dos razones. La primera es la efectiva descripción del estilo de vida americano, que lo es también europeo ya, de tomar trivialmente las cosas: las relaciones de amor y el sexo, la religión, la vida como forma narcisista de estar en forma a base de gimnasio, la reverencia por los autos o la necesidad de hablar con los amigos sobre tonterías sin fin: ¡un desastre!

Y creo y espero que el guionista y director Joseph Gordon-Levitt, haya querido exponer esta cuestión tan dramática como elemento sustancial del film, como crítica –que a mí me parece necesaria y no ha de ser calificada como “moralina”.

La segunda razón que considero importante es el intento por adivinar cuál es la sustancia del amor, lo primero, lo importante. Al principio del la película, y aunque no pudiera ser sustituido por la artificialidad del porno, se trata de la categoría física de la mujer, que son evaluadas por el protagonista y sus amigos con las calificaciones habituales de siete o nueve o cinco, y así… Por fin, el protagonista parece encontrar una muchacha bella, incluso al gusto de los padres que, a la postre y como dice su aparentemente abstraída hermana, lo único que quiere es manejarlo a su antojo (Scarlett Johansson).

La tal chica le prohíbe y acucia en muchas cosas, entre otras que no mire porno, pero también le dirige y poco menos que ordena “manu militari” que estudie, que no dedique tiempo a las cosas del hogar, a que compre esto o lo otro, etc. O sea, que su hermana tenía razón. Tras cortar relaciones con ésta joven autoritaria y “peligrosa”, tropieza con una segunda mujer madura, viuda, con un historial de tragedias familiares, que le enseña el auténtico sentido del sexo e incluso del amor (Julianne Moore).

Y este es el mensaje más positivo de la peli, el mensaje del auténtico amor en el que nadie manda o dirige y en el que ambos pueden compenetrarse, gozar en la intimidad y mirarse a los ojos cara a cara. Este mensaje salva la cinta que sin ser nada del otro mundo, sabe contraponer el mundo cascivano y estúpido de la vida del joven en sus inicios, con una relación madura y enriquecedora. Al final, Gordon-Levitt es capaz de empatizar con el público y ser cómplice de sus más íntimos y genuinos deseos.

En resolución, la dirección, el guion y las interpretaciones, más o menos. También más o menos entretenida. Yo, en conciencia, no la puedo recomendar, pero como decía antes, le doy un cinco.
Kikivall
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