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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Drama. Comedia En la sureña Atlanta, Georgia, Miss Daisy (Jessica Tandy) es una antipática y autoritaria profesora jubilada de 72 años. Tras sufrir un accidente conduciendo su coche, su hijo (Dan Aykroyd), temiendo por la vida de su madre, contrata a un chófer negro (Morgan Freeman) para que la lleve de paseo. Al principio, la desconfianza de la anciana respecto al tranquilo conductor es absoluta. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2021
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La señora Daisy (Jessica Tandy) es una profesora de 72 años jubilada, despótica y fastidiosa. Tras sufrir un accidente de tráfico mientras conducía su coche, su hijo (Aykroyd), preocupado por su por esta situación, contrata a un chófer negro (Freeman) para que la lleve de paseo y la devuelva a casa sana y salva cada día. Los comienzos de esta relación se acompañan de una gran desconfianza de Miss Daisy hacia el apacible chófer de color. Con el tiempo, las cosas cambiarán.

Tiene la obra una gran dirección del australiano Bruce Beresford, vertebrada la historia por un buen guion de Alfred Uhry (recuerdos de su abuela con un chófer familiar), quien adapta una obra teatral de su autoría, Premio Pulitzer en su momento. Esplendorosa y envolvente música de Hans Zimmer junto a una gran fotografía de Peter James.

Es la historia de gran amor y mucha paciencia, que tarda 25 años en desarrollarse. Explora finamente el film a sus personajes tomándose su tiempo para hacerlo. Al final de la película, hemos recorrido un largo camino con la señorita Daisy Werthan, una engreída longeva sureña, y Hoke Colburn, su chófer; en ese tiempo el espectador consigue interesarse realmente en los sentimientos de los personajes, en el hecho de que ambos reconocen al cabo del tiempo el vínculo que se ha creado entre ellos.

Es una película sutil, en la que no son los diálogos los que ofrecen la información más importante, sino el lenguaje corporal, el tono de voz o las miradas. Hartos de tanta superficialidad en el cine que niega la humanidad, esta cinta es toda una lección que pone el punto de mira en el corazón de los personajes: toda una lección.

Esta guerra de voluntades entre dos viejos testarudos que dura un cuarto de siglo, se resuelve con la sabiduría y la paciencia del chófer Hoke en su coche Hudson nuevo y brillante de 1949 y la final y lenta aceptación de la judía liberal del Sur Daisy.

Magnífico retrato de la vejez con el trasfondo sociocultural en el Estado sureño de Georgia, EE.UU. Todo cocinado con parsimonia, lentamente, sin precipitaciones. Y ella acaba por reconocer los errores de los supremacistas blancos, elevarse por encima de los prejuicios y aceptar los avances de los derechos de los negros, pudiendo complacerse por los discursos de Martin Luther King: “las cosas han cambiado”.

El reparto es sensacional con un actor grande como Morgan Freeman en el papel de algo más que un chófer. Maravillosa Jessica Tandy como Miss Daisy. Freeman y Tandy son actores con recursos considerables, y también idiosincrasias particulares que saben llevar esta relación de tándem chófer-señorita con una facilidad entusiasta y una maestría genial. Dan Aykroyd muy bien como el hijo preocupado.

La película tuvo en su momento un extraordinario éxito de público y económico. Fue además multipremiada. Por no extenderme mapunto que en 1989 obtuvo 4 Oscars: Mejor película, actriz (Tandy), guion adaptado (Uhry) y maquillaje, más 9 nominaciones. Y en el mismo año, obtuvo 3 Globos de Oro a la Mejor Comedia, a la labor de Freeman y otro para Tandy.

Entrañable relato sobre cómo se desarrolla la amistad entre dos personas incompatibles al principio y el clímax final cuando vemos a al chófer dando de comer amorosamente a Miss Daisy, su amiga ya muy mayor; eso es más que un beso de la pareja protagonista de cualquier otra historia romántica... lo de los dos ancianos sí es amor verdadero.

Con esta obra, Beresford es capaz de llevarnos a lo más profundo de los sentimientos de sus personajes, sin equivocarse en su camino, hacia una luminosa escena final en la que quedamos invitados a contemplar uno de los misterios más privilegiados de la vida.
Kikivall
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