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España España · Granada
Voto de Kikivall:
9
Romance. Drama. Aventuras Finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un hombre herido viaja en un convoy sanitario por una carretera italiana, pero su estado es tan grave que tiene que quedarse en un monasterio deshabitado y semiderruido, donde se encarga de cuidarlo Hana, una enfermera canadiense. Aunque su cuerpo está totalmente quemado a consecuencia de un accidente sufrido en África, tiene todavía ánimo para contarle a Hana la trágica historia de su vida. (FILMAFFINITY) [+]
25 de marzo de 2017
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se desarrolla al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En un convoy de asistencia sanitaria viaja un hombre en pésimo estado de salud por las graves heridas que tiene. La carretera, el esfuerzo del viaje y la gravedad del paciente aconsejan que no prosiga el itinerario fijado. El herido es bajado del camión en un monasterio solitario y semiderruido, y Hana (Juliette Binoche), una enfermera canadiense, decide quedarse para cuidarlo.
El poco pródigo Anthony Minghella (1954-2009) desaparecido prematuramente, dirige como pocas veces, un film antológico que ya ha pasado a la historia de la cinematografía. Y si el trabajo de dirección es supremo, no lo es menos la labor del propio Minghella como guionista, adaptando la famosa obra del novelista canadiense Michael Ondaatje, The English Patient, que le habría de valer en el año 1992 del Premio Booker. La música de Gabriel Yared es excelente así como la magnífica fotografía de John Seale, tanto es sus planos largos de paisaje, como en los primerísimos planos.

El reparto está cuajado de estrellas que funcionan como un reloj. Destacan Ralph Fiennes como el paciente doliente, y hombre atormentado y locamente enamorado de una mujer a la que nunca pudo tener; Kristin Scott Thomas hace uno de los papeles de su vida, más bonita y expresiva que nunca, más amorosa que nunca; Juliette Binoche es un torbellino de vitalidad y belleza como enfermera abnegada, y sensual en su romance; Willem Dafoe hace una magistral interpretación como miembro del servicio de inteligencia canadiense torturado por los alemanes; Naveen Andrews está sembrado como amante sij de Hana; Colin Firth, muy bien como marido engañado; y acompañan de manera magistral Julian Wadham, Kevin Whetely, Clive Merrison, y otros. Todo un espectáculo de reparto.

Además, es una película con una veta romántica, lírica y poética que hipnotiza al espectador que queda clavado en su asiento. Yo diría que es una película de las que no se olvida, penetrante al máximo, apasionante que no va más, cargada también de desconsuelo. Su repaso de los hechos por parte de el “paciente inglés”, conde László Almásy, es de un emoción sublime que te agarra y te mete en la historia, lamentando que las cosas hubieran salido de esa manera. Es una película imperdible. Maravillosa e intensa historia.

O sea, todo los que pusieron manos a la obra a la hora de realizar este film estaban sin duda en estado de gracia, pues su obra transporta a un singular mundo de realidad y sueño. Los actores y actrices bordan sus personajes, la fotografía es toda una recreación del desierto, otros parajes africanos y la misma Italia, cuando se ve con esos ojos. El guión teje primorosamente cada palabra y cada acción para que luego el nivel de la realización lo transmita con la maestría con que lo hace Anthony Minghella. Gran cine sin duda, enorme film. Visiones y ensueños perfectamente conjugados, palabras bellas, y una música suave, palpitante y tierna. Impulsos y bajas pasiones que devienen pasiones sublimes. Un avión sobrevolando las dunas. Amores adversos y amores felices.

También es una historia de personas afectadas por heridas de amor y de guerra; un hombre que lo ha perdido todo; una joven que se busca a sí misma en su abnegada entrega al cuidado de su paciente y que pretende hacer acopio de nuevas energías para continuar en medio del caos, en incipientes promesas de amor; seres lacerados, mutilados de cuerpo y de alma. Y flotando por encima de todo, el monstruo de la guerra que ha trastornado el mundo. Todos en busca de la paz extraviada, en pos de un pasado que no volverá, de un futuro muerto e imposible para unos y otros… solo un leve atisbo de esperanza.

Esta maravillosa película ya es un clásico de la cinematografía y para qué decir más; todo lo mejor que yo dijera sería poco. Por lo tanto, una recomendación: no tardéis en verla tanto como yo, pues las palabras no hacen justicia a lo que se siente cuando se contempla.
Kikivall
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