Una serie simpática y vitalista. Buenos personajes, buen ritmo aunque algunos problemas en el argumento -niños en un hospital pero padres desaparecidos-. La serie lejos de recrearse en la dureza de estar enfermo nos ofrece en cada situación un motivo para sonreir. Hay escenas tristes, hay momentos en que uno quiere llorar pero son tratados todos con elegancia. Para mi el 9 que le he otorgado se fragua en conversaciones realmente profundas que aparecen durante los capítulos y que dan un mensaje muy muy claro. Que llueva todos los días no significa que no podamos coger un paraguas y salir a pasear.

Serie vital, entretenida y con una banda sonora milimétricamente escogida, muy recomendable.

POLSERES AMUNT