Dejando a un lado la falsificación y hasta la “farsificación” de los últimos años de la Regencia de Luis Felipes de Orleans, con un Luis XV de nueve o diez años, la película es muy de los años setenta y de la voluntad de desmitificar todo.
Puede interesar, si acaso, a los franceses, pero no tiene interés dramático alguno y el guión va dando saltos sin coherencia ni solidez.
Eso sí, Tavernier se demuestra ya muy hábil en la ambientación, en los planos, sobre todo en exteriores.
El actor de muchas de ellas, Noiret, aquí se ve falso, no convincente, como de circo. Y lo mismo Rochefort. Una pena porque eran dos pedazos de actores.
Y hay escenas de orgías que dan auténtica pena.
Le doy un 6 como interesante para seguir toda la filmografía de Tavernier.