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España España · madrid
Voto de Korolev:
3
Aventuras. Comedia. Drama Mientras tiene lugar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), otra contienda se libra en un rincon del campo francés: dos bandas de chicos de dos aldeas próximas luchan por el dominio de su territorio. En una de esas batallas, Lebrac, un chico de trece años, conflictivo pero de gran corazón, tiene una idea brillante: arrancar los botones de la ropa de los prisioneros para que vuelvan a sus casas vencidos y humillados. Remake de un film de ... [+]
15 de diciembre de 2011
24 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deja de ser curioso y paradójico que todo poder, más o menos opresor e intolerante, quiera suprimir la historia.

Y así es. Sistemáticamente nos dan a entender que la resistencia franscesa contra el nazismo era algo común, usual, frecuente, cotidiano y que implicaba a todo buen vecino francés e incluso, de alguna manera, a todo honrado ciudadano del mundo entero. Esta película es otro ejemplo de ello. Y claramente no fue así. La resistencia fue algo, esporádico, puntual y enteramente ocasional, completamente aislado. O, por lo menos, hasta muy avanzada la partida y pronosticado ya el ocaso del III Reich. Lo que sí fue generalizado fueron el colaboracionismo, el sometimiento y la obediencia, en una palabra, la capitulación. Los alemanes invadieron y ocuparon Francia sin pegar un tiro. Bueno, Francia y toda Europa Occidental. Punto.

No estoy diciendo que yo hubiera sido un héroe y que hubiera hecho lo que nadie hacía. No es fácil aventurar y exponer la vida afrontando a un enemigo superior en medios, recursos y militarmente. Pero creo que sí soy capaz, por lo menos, de reconocer las cosas, simple y abiertamente. Creo que esa es la manera de recuperar la dignidad, la única manera de hacerlo.

Pues parece que muy pocos lo creen así y prosigue el empeño -como si ello pudiera hacerlo realidad- de producir folletos del ¿heroismo francés?

En fin. Ni los niños se libran. Esta película se ha visto contagiada -una vez más- de esta epidemia, muy común por lo demás. Y es una pena, ya que sin esta infección hubiera transcurrido mucho mejor. Los niños, con sus aventuras, te hacen creerlo. Fueron ellos los que me hicieron pasar un buen rato, pero esas malditas incursiones del ¿heroismo? destruyeron la magia. En fin, la suma desvirtúa el resultado, uno de los sumandos lo deforma.

Y, si de verdad interesa nunca está mal, en efecto, revisar las cosas con honestidad y, aunque no guste -¿por qué será?-, analizar y buscar cuál fue la nación que enfrentó al nazismo y selló su desenlace.
Korolev
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