Quiero aclarar, en principio, que traté de no influenciarme con los premios que esta película obtuvo (entre ellos el Oscar a la mejor extranjera).
Cine iraní, como para derribar los prejuicios sobre supuestos temas que pueden no interesar a los occidentales.
Actuaciones de primera, tiempos manejados con excelente ductilidad por un director que debe continuar. La historia puede ocurrir tanto allí como en cualquier otra parte de nuestro planeta; el ser humano es igual, cualquiera sea su cultura y religión. Pasa las mismas dificultades, sufre idénticas angustias, padece una pesada carga de burocracia e incomprensión dentro del sistema.
La recomiendo sin "spoiler", pues deseo que el propio espectador la descubra. Desde la escena inicial, magistralmente interpretada por dos actores que deben actuar frente a una cámara fría, sin interlocutores, atrapa aunque estemos con sueño atrasado. Una joyita en la que el cine americano, agotado de ideas y repitiendo historias vacías y frías, debería reflejarse para seguir con prestigio.