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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
1
Drama Un grupo de chicos se prepara para lo que va a ser el verano de su vida, entre secretos, mentiras, ligues, sexo, confusión y juergas. La mayoría no son conscientes de que, una vez emprendido ese viaje iniciático, no hay marcha atrás y de que las mentiras, al crecer, pueden tener consecuencias nefastas.. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2010
45 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto no es una película. Las películas tienen argumento, por tonto que sea. Y aquí argumento no hay. Así que, no es película, si no cosa (sin definir).

Según la cosa ésta, los retretes de las discotecas están inmaculados, mientras que la juventud que acude a estos locales son todos una panda de seres infectos.

Pues esto es mentira gorda y pelona.

Las chicas no mean sentadas en la taza. Esto no va así. Porque si te sientas te pones perdida y, además, te puedes pillar la filosera, o algo. Tampoco es recomendable que, mientras echas un meo, tengas a tu amiga tirada en el suelo y cortándose una ralla sobre tus rodillas. Que esto es una guarrada. Tu meando y tu amiga con la geta a un palmo del chorrillo y esnifándose una loncha mientras se pone perdidita de todos los pipís y demás líquidos inmundos que, impepinablemente, cubren los suelos de todo retrete masificado por gentes borrachas y drogadas que se precie.

Albacete y Menkes son dos macacos que juntos no suman ni medio cerebro. A la preboste de incultura no la voy a clasificar, no sea que me censuren. El retrato juvenil que hacen estos tres deformes mentales (ups, ya la he clasificado) se limita a 107 minutos de chavales drogándose y follando sin parar.

La única idea brillante que han tenido en su vida el par de macacos es la de unir a todos los ídolos de la adolescencia nacional bajo un mismo techo. Gran idea porque se forraron en taquilla, por nada más. Los chicos y chicas de la peli salen constantemente en porreta y están todos muy buenos y buenas, incluida la gorda (o lo que los directores del engendro han tenido a bien denominar gorda), que es una chica guapísima con un cuerpazo a lo Sofía Loren en su años mozos. Qué coño. Para putos deformes, los directores.

Para terminar, y teniendo en cuenta que es obligación ineludible de la página puntuar al menos con un uno, dedico mi estrellita a Ana Polvorosa, que consigue hacer creíble un personaje a medio escribir, dirigida, como está, por un par de macacos. Del resto, lo mejor es Mario Casas. Con eso está dicho todo.
VALDEMAR
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